Entre lo que nos trae el Gobierno Frankenstein para este otoño, en línea con regímenes expertos en la materia como Venezuela, Nicaragua o China, viene la censura de prensa. Con dos modalidades. Una en forma de multas y cierres destinada a asustar a los periodistas no amarrados al pesebre de La Moncloa, para que nos autocensuremos, y otra enfocada a capar las redes sociales. La coartada es la excitada ‘conversación pública’ sobre el asesinato de un niño en Mocejón, en la que circularon bulos como que el crimen había sido cometido por un ‘jovenlandés’. Si el PSOE quiere prohibir las redes sociales a quienes publiquen 'delitos de odio', que se preparen todos los zurdos que nos acusan de atacar a las mujeres, ¿NO? ¿Qué opinan las mujeres cuando leen las medidas de @VOX_ES para protegerlas? (Sin saber que son de VOX) pic.twitter.com/yfl26qAOzG — Juanma Badenas (@JuanmaBadenas) August 22, 2024 Y aprovechando el impulso, el Gobierno apoyado por los proetarras vascos y los golpistas catalanes, el que santifica la tortura en Venezuela y ha `extraviado´ miles de millones de los fondos europeos, ha decidido entrar como un Gran Hermano en Twitter -que ahora se llama X y pertenece al incorrecto Elon Musk-, identificar a todo bicho viviente y restringir el acceso a usuarios incómodos. Y leo esta mañana en el online de Pedrojota, que como recordarán era un brillante periodista, pero al que se ha visto últimamente sentado a la vera de Begoña Gomez, aplaudiendo como una foca de circo la gracias que hacían en el escenario del Bellas Artes Jorge Javier Vázquez y Pedro Sánchez, el siguiente titular: ‘La impunidad en las redes pone de acuerdo a PSOE y PP’. A grandes trazos, en lo que al parecer coinciden los de Sánchez y los de Feijóo es que es que...
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