Visitantes del Parque Nacional Kruger, la reserva de caza más grande de Sudáfrica, han grabado una curiosa escena protagonizada por dos impalas machos y un leopardo (y también una jirafa, que aparece en el fondo). El felino acechaba bien camuflado a los dos herviboros, que estaban en medio de una histérica lucha en un camino de tierra. Al aparecer repentinamente el leopardo en la escena, ambos «se llevaron una gran sorpresa» y se apresuraron a huir en diferentes direcciones. El impala, cuyo nombre científico es Aepyceros melampus, es un animal de tamaño mediano. Los machos, que miden entre 70 y 92 cm y pesan entre 40 y 76 kg, pesan aproximadamente un 20% más que las hembras y tienen cuernos anchos de lira de 45 a 91 cm o más los cuernos de antílope más grandes de África Oriental. En esta especie la diferencia entre los ejemplares masculinos y femeninos son los cuernos de los cuales estos últimos no están equipados. CURIOSIDADES DEL IMPALA El impala produce un estornudo que resuena en la sabana, rompiendo así el armonioso silencio y advirtiendo al desatento grupo. Esto sucede cuando se acerca una amenaza de posibles depredadores. Realiza saltos que pueden alcanzar hasta 9 metros de longitud y casi 3 de altura. Esta de las sacudidas es también una técnica que utilizan para desorientar a los grandes depredadores, quienes al ver al impala sacudirse de un lado a otro son incapaces de apuntar uno con precisión y luego atacarlo. Cuando el impala macho se encuentra cara a cara con un rival, por lo general abre bien la boca y saca la lengua. También realiza el mismo gesto frente a la elección de la hembra. Estas lenguas producen estallidos llamados relámpagos, a los que las hembras responden reuniéndose en pequeños grupos. Gracias también a su sentido...
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