El asesino llegó en la moto, aparcó y esperó tranquilamente. Después, tras darle el primer balazo en el pecho, se inclinó sobre él y le descerrajó dos tiros en la cabeza. La palabra sicario tiene un origen muy antiguo que se remonta a la época del Imperio Romano. Proviene del latín «sicarius», que se refería a los asesinos que usaban una «sica» (una daga corta o cuchillo curvo) para cometer sus crímenes, generalmente de manera sigilosa. La «sica» era el arma preferida por estos criminales, debido a que podía ser ocultada fácilmente bajo las vestimentas y permitía atacar de cerca. En su origen, los sicarii formaban un grupo de extremistas judíos durante el siglo I, que luchaban contra la ocupación romana en Judea. Estos sicarii estaban comprometidos con la lucha armada y llevaban a cabo asesinatos de aquellos que consideraban traidores o colaboracionistas con Roma, sobre todo entre sus propios compatriotas. Operaban principalmente en Jerusalén y en otros centros urbanos de Judea. Con el tiempo, el término «sicario» empezó a usarse más ampliamente para describir a cualquier asesino a sueldo o matón. Grandes sicarios de la historia: Judíos Sicarii (Siglo I d.C.): Como se mencionó, este grupo de radicales judíos luchaba contra los romanos y sus colaboradores. Eran conocidos por sus ataques sorpresa en lugares públicos, en los que asesinaban a enemigos políticos usando dagas ocultas. Hashshashin (siglos XI-XIII): Un grupo de asesinos islámicos en Oriente Medio, también conocidos como los Asesinos. Eran una secta ismailí que llevaba a cabo asesinatos políticos contra sus enemigos, a menudo bajo las órdenes de su líder. Se considera que influyeron en la idea de los asesinos «silenciosos» y especializados en ataques sorpresa. Gavrilo Princip (1914): Si bien no es un «sicario» en el sentido tradicional, Gavrilo Princip fue el joven serbio que asesinó...
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