Este acto atroz, en el que la atleta fue rociada con gasolina y prendida fuego, nos obliga a reflexionar sobre la urgencia de abordar la violencia contra las mujeres, incluso en contextos donde el éxito y la visibilidad parecieran ofrecer protección. La atleta, de tan solo 33 años, sufrió quemaduras en el 80% de su cuerpo y, a pesar de los esfuerzos médicos, falleció tras el fallo de sus órganos. Su agresor, Dickson Ndiema Marangach, quien también resultó gravemente herido durante el ataque, se encuentra hospitalizado bajo vigilancia. Este no es solo un crimen de violencia doméstica, sino un acto de odio y brutalidad que desnuda una vez más las fallas de los sistemas de protección. La Federación de Atletismo de Uganda (UAF) expresó su consternación y pidió justicia para la deportista. Pero ¿qué implica realmente este pedido de justicia en un contexto donde tantas mujeres son víctimas de violencia en sus propios hogares? La justicia no puede limitarse a castigar a los responsables de estos actos, sino que debe extenderse a la prevención de futuros crímenes. Debemos cuestionarnos cómo es posible que una atleta olímpica, reconocida internacionalmente por su dedicación y logros, pueda ser víctima de un ataque tan salvaje. Cheptegei, que había estado entrenando en Kenia, había logrado construir una vida que le permitiera seguir su pasión por el atletismo. Sin embargo, a pesar de sus éxitos, no pudo escapar de las garras de la violencia doméstica. Este hecho es un doloroso recordatorio de que ni la fama ni el talento son suficientes para proteger a las mujeres de la violencia. El deporte, una esfera que debería ser símbolo de superación y fortaleza, también es un espacio donde las mujeres son vulnerables a las dinámicas de poder y control que atraviesan toda la sociedad. Rebecca Cheptegei no es...
The post De la gloria olímpica a la tragedia: El brutal asesinato de Rebecca Cheptegei expone la violencia de género en el deporte appeared first on Periodista Digital.