Tirando del título de la película ‘El Bueno, el Feo y el Malo‘, habría que decir que aquí el feo y malo es el mismo. Y que el bueno es muy guapo pero se asusta fácil. Shakera Kaloo, quien dio un paseo por la reserva con sus hijos, comparta en la plataforma Latest Sightings una experiencia que cubre momentos curiosos en el territorio de esa reserva natural. Según cuenta Kaloo, fue su primer encuentro con un guepardo en varios años, por lo cual se sintió muy emocionado al observarlo cuando estaba a punto de comerse un impala. En ese momento apareció una familia de jabalíes verrugosos, que sin más se acercaron a la presa del félido. «Más sorprendente que ver a los jabalíes verrugosos hacerse con el impala fue el hecho de que el guepardo ni siquiera peleó para proteger su alimento una vez que ellos avanzaron hacia la comida, y, en vez de eso, entregó su presa». La escena, opinan en Latest Sightings, muestra que los guepardos respetan a otros animales más feroces. Ya antes se les ha visto renunciar a su comida ante leones, hienas, buitres y hasta chacales. Curiosidades sobre el jabalí verrugoso: Aspecto físico: El jabalí verrugoso se caracteriza por las verrugas prominentes en la cara y el cuerpo, que le dan su nombre. Estas verrugas son más notorias en los machos adultos. Además, su pelaje es áspero y oscuro, lo que les proporciona camuflaje en su hábitat natural. Tamaño y peso: Los machos adultos pueden llegar a pesar hasta 150 kilogramos, mientras que las hembras suelen ser más pequeñas. Su tamaño y peso varían dependiendo de la disponibilidad de alimentos y otros factores ambientales. Hábitat: Estos jabalíes se encuentran principalmente en bosques densos y húmedos, pero también pueden adaptarse a entornos más abiertos, como plantaciones...
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