Es como remover el agua estancada. Cada vez que se hace surge un fétido aroma que resulta insoportable hasta para la pituitaria menos desarrollada. Y es lo que está sucediendo con Begoña Gómez. Cada noticia nueva es ensanchar el pozo negro de presuntas corrupciones de la esposa de Pedro Sánchez. Desde luego, a poco más de 24 horas de tener que declarar en los Juzgados de Plaza de Castilla (Madrid) ante el magistrado Juan Carlos Peinado, a la mujer del presidente del Gobierno socialcomunista se le presenta un panorama ennegrecido y con posibilidades de seguir empeorando. Y es que al hilo de la información conocida en el mediodía del 17 de julio de 2024, que la Universidad Complutense de Madrid (UCM) elevó al Juzgado de Instrucción número 41 de Madrid una petición al magistrado para que abriese una investigación y determinar si pudo haber cometido un delito de «apropiación indebida» por parte de Begoña Gómez. Según el documento, la UCM encontró indicios suficientes para plantear esta posibilidad. La UCM ha comunicado al magistrado instructor los resultados de su investigación interna, cuyo objetivo es aclarar si el patrimonio de la universidad fue perjudicado. De acuerdo al escrito, entregado el 1 de julio de 2024 al juez Peinado, las actividades investigadas se centraron en determinar si ha habido una apropiación indebida de ciertos productos que la universidad considera de su propiedad, como plataformas o software, relacionados con la Cátedra de Transformación Social Competitiva que Gómez dirigía. Pues este 18 de julio de 2024 publica el diario ‘El Debate‘ que Begoña Gómez, a través de ese software de la Complutense, ofrecía a sus clientes informes con logos oficiales y apariencia institucional para ayudarles a captar fondos públicos. El mecanismo era, en apariencia, bastante sencillo. La mujer de Sánchez utiliza los logos de la Universidad Complutense de Madrid (UCM) y...
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